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viernes, 23 de septiembre de 2016

Esta es la primera vez que escribo para alguien más que yo. Así es... Generalmente escribo en un blog privado, una especie de diario. Pero al ver tanta gente con la sensualidad desbordada, sentí el deseo de compartir mis experiencias eróticas con ustedes.

¿Yo? Travesti de clóset, algo maduro, con hijos, con esposa y con amante ¡TRNS! Sí. Así como le hago el amor a mi mujer, se lo hago a un hombre travestido.

Esa es mi naturaleza, no deseo ya reprimir mi deseo sexual; desde pequeño sentía que me gustaba todo lo de las mujeres... Usaba algunas pelucas que compró mi mamá, usaba su lencería, incluso llegué a pintarme los labios como a los seis años.

Pero también me atraían las niñas, en especial las muy bonitas.

Tuve conflicto emocional muy fuerte hace unos años -ya como 10- cuando tuve una relación por primera vez con un travesti -yo ya estaba casado y con hijos-. Me sentí ¡PUTO!, me sentí mal...

Después de un calvario de varios meses me dije: ¡Pues al diablo, cada quién sus nalgas y sus preferencias y de pronto después de mucho pero mucho pensarlo, me acepté tal cual. Quizá me convertí en algo cínico y atrevido. Obvio, infiel con mi esposa, pero... tengo necesidad a veces de mamar un buen pene, sentirlo en mi culo y de igual forma, penetrar a un@ chic@ travesti igual que yo.

Siento que esta condición bisexual que he aceptado ya desde hace poco más de 10 años, me ha hecho vivir más que la mayoría de los seres humanos que frustran sus deseos por convencionalismos sociales absurdos, por etiquetas de convivencia en comunidad, por prejuicios religiosos, por tabús familiares.

Me atreví a ir más allá, a disfrutar sexualmente mi cuerpo, el de otras, el de otros...

No todo ha sido lindo; ha habido momentos terribles, en los que nunca pensé que podía caer "tan bajo", pero me he recuperado; ha habido consecuencias; buenas, malas, mejores, peores.

Actualmente tengo una amante travesti, más joven que yo, realmente luce muy bien y obvio, con un pene que sería el deseo de muchos de nosotros como hombres. Con ell@ puedo hablar de todo, de mis hijos, de mi esposa, de mi trabajo, de mis perversiones sexuales de las cuales ell@ es parte activa, de hacer tríos, ¡Es increíble!

He aquí historias eróticas de esta condición emocional/sexual que muchos de nosotros tenemos como varones que gustamos vestir ropa de mujer.

¡Soy travesti!

Eli "V".

2 comentarios:

  1. Hola, que buena idea empezarlo como un diario, la verdad es que te permite descargar mucha presión acumulada, en algo que consideramos mal, sin embargo es muy común, desafortunadamente por convecionalismo, muy pocos se atreven a comentar, aun y cuando vivan una situación muy similar,

    Muy excitante tu comentario

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